EXTREMADURA: TURISMO, OCIO Y ECONOMÍA VERDE Y CIRCULAR

Ayer leí esto en un foro en el que se nos había convocado a varias personas para "intercambiar opiniones" con el presidente de la Junta de Extremadura.
Él, y su séquito-consejera y directores generales- lo oyeron. Puede que también lo escucharan, pero no intercambiaron ninguna opinión conmigo. Me dijeron otras participantes que al presidente se le fue torciendo el gesto según iba leyendo. No era mi objetivo. Pudo tratarse de un "daño colateral". Desde aquí pido disculpas a los damnificados.
Comenzamos:

El objetivo principal de la economía verde y circular es la SOSTENIBILIDAD MÁXIMA como base para diseñar una nueva economía de la permanencia y del sentido común.

El Turismo-Ocio, como cualquier acción que emprenda la sociedad y sus participantes, deben constituirse como herramienta al servicio de esa actividad de urgencia sanitaria que es la Economía Verde y Circular.

El concepto actual de Turismo-Ocio es consecuencia del modelo económico que nos lleva al colapso. Por consiguiente ha de evolucionar para que nos sea útil en el camino del nuevo diseño social.

La evolución de la actividad turística puede haber pasado por estas fases: 

FASE 1. El turismo está basado en una oferta turística pasiva que se encuentra con una herencia paisajística, arquitectónica y cultural. Se trata de un turismo de paso. La pregunta clave de esta fase se la hace el turista:“aquí qué es lo que hay?.”

FASE 2. La oferta turística se concentra en la venta de un productos más o menos ingeniosos (gastronomía, religión, festivales, caza y pesca,...) ,es una oferta proactiva y mercantil.. Las preguntas clave ahora se las hace el empresario turístico: “¿qué más podemos colocarle al turista?, ¿qué nos podemos inventar?”. En esta linea, que creo que es la actual. está, por ejemplo, la introducción de tecnología francesa-coagulación láctica- en la elaboración de nuevas propuestas queseras en las mismas comarcas de destacados y célebres quesos autóctonos-de coagulación enzimática-como Tortas de la Serena, Ibores o La Vera; la producción de vinos azules en mitad de comarcas con Denominación de Origen como la D.O. Ribera del Guadiana; la oferta de geo-menús para geo-turistas del Geo-parque Villuercas-Ibores-Jara,...).

Nuestro turismo de la FASE 2 no muestra señales de las nuevas cosas que necesitamos para que nuestra sociedad se sostenga. Valgan como ejemplo:

      -La actividad cinegética, hoy por hoy, no es sostenible ni compatible. Su gestión arrincona a la ganadería, al senderismo , al birdwatching,...(Podemos fijarnos en experiencias que llevan mucho funcionando:El Parque Nacional del distrito de los Lagos en Inglaterra lleva decenas de años compatibilizando todos los usos del territorio desde el turismo).

      -El turismo gastronómico no apoya la sostenibilidad, potencia las grandes superficies y las cadenas de intermediación en perjuicio de la producción local. Por ejemplo, no está permitido vender mermeladas caseras de cereza en mercados locales de los pueblos productores pero la fruta sí puede ir hasta Alemania; Bocadillo de Jamón ibérico de bellota en baguettes con cocacola es un producto habitual en nuestros establecimientos; para ver pan tradicional hay que ir a Portugal.

      -El turismo de paisaje y religión tienden a ser turismo de masas, como el cerezo en flor del Jerte, el Monasterio de Guadalupe o El Parque Nacional de Monfragüe,...Son la muestra de un uso del espacio inadaptado e inadaptable y poco imaginativo. Islandia, un país que vive del turismo, ya ha limitado a un millón el número de visitantes al año. La cantidad ya no se traduce en riqueza.


Debemos implementar una FASE 3: En la que la oferta turística se constituya en un motor de la sostenibilidad económica, social y ambiental. Para el diseño tenemos que contar con unas “ideas-fuerza” que nos ayuden para no desviarnos del camino. Así el turismo deberá ser:

• Compatible
• Empoderador
• constructivo
• distribuidor de riqueza
• defensor de recursos dispersos
• experiencial
  
  
  
  Esa FASE 3, debe mostrar a las personas viajeras que tenemos puesto en marcha un modelo de futuro esperanzador y saludable. Y que nos gusta enseñarlo y compartirlo. La idea clave de esta fase ya no es una pregunta, sino una invitación: “Ven a ver cómo aquí lo estamos haciendo bien”.
  Experiencias Eco-agro-turísticas de la región como Las Lucías en Navatrasierra, o El Rincón de los Cerezos en Berzocana son demostraciones de que esta FASE 3 ya está en marcha. Fincas productivas que se abren a las personas y familias visitantes para mostrar cómo se produce de un modo honesto (osea, sostenible), experiencias que solo se nutren con energías renovables donde la materia prima se transforma en pan o queso, donde las personas aprenden y hacen. Y se van, y vuelven cada estación para no perderse la actividad continua de una granja que es de verdad, donde se comen cosas de verdad, cercanas y entendibles.(habitualmente en contradicción, si no en conflicto, con ese modelo neoliberal que hay que sustituir).
  El Turismo y el ocio no van solos por su cuenta, son la última capa del modelo territorial, son quienes muestran ese modelo a los viajeros. La FASE 3 debe tener presente que “uno no enseña lo que sabe, sino lo que es”. Eso exige una retroalimentación positiva, de modo que si no hay transformación de nuestro modelos productivos y nuestro manejo del territorio no habrá una actividad turística sincera verde y circular.
  No es creible el binomio Extremadura es Naturaleza, mientras se queman rastrojos, se usa glifosato o se cultivan organismos modificados genéticamente .
  Si no nos creemos que los elementos y los escenarios naturales son realmente valiosos no habrá sostenibilidad, tampoco en el turismo.
  
  Por resumir, el Turismo-Ocio:

• debe pasar de ser una actividad consumidora de energía a ser una actividad formadora de la persona,
• de ser una oportunidad de negocio a un motor de desarrollo sustentable.
• hemos de conseguir que el viajero deje de ser turista y pase a ser actor de su construcción personal y promotor del nuevo modelo, única posibilidad de viabilidad económica, social y ambiental.