Brillo en los ojos
Hace un año y medio llegué de Mauritania, seguramente la región
más seca del planeta. Allí desarrollamos un proyecto para que las
mauritanas utilizaran una herramienta para sobrevivir de una
situación de crisis climática quizá irreversible. La agroecología
práctica llevada a 13 poblaciones en las que la ganadería ya no es
viable. 416 mujeres pioneras de un cambio socioeconómico inevitable.
416 mujeres estrategas de un futuro que ya era presente. El sector
primario como motor del cambio social. Productoras de sus cosechas,
de sus semillas, de sus remedios sanitarios,...Soberanas, autónomas,
empoderadas de una actividad libertaria. Volvimos con la sensación
de objetivo cubierto.
Volvimos
a Extremadura porque sentíamos que ahora era nuestra gente y nuestra
tierra la merecedora de ese esfuerzo emancipador. Visibilizar un
sector primario marginalizado y minusvalorado. Aquello que en
Mauritania se veía como motor renovador aquí se sentía como lastre
anacrónico.
Pero
estaba Podemos. Sin duda un espacio actualizado, profundamente
ideológico, abierto a la construcción de una sociedad nueva basada
en modelos novedosos entre los que el sector productivo tendría un
peso innegable.
Y
vimos luz. Y trabajamos con objetivos similares a los de Mauritania,
pero redireccionados para que fuera una organización política la
que generara los cambios desde la construcción de una estructura
basal ( en la extinta secretaría de Actividad) desde el área de
agricultura, desde usos del territorio ( en la actual eje de modelo
socioeconómico y territorial).
Pero
aquí no vimos el brillo que lucía en los ojos de nuestras
compañeras saharauis. Quizás porque no nos jugábamos el sustento,
ni había consciencia sobre lo extrema de nuestra situación.
En
1972 los científicos Meadows y Meadows en “Los límites del
crecimiento” mostraron ,mediante el programa de ordenador World3 (
ojo, esto es hace más de 40 años) la urgencia en la necesidad de la
asunción de cambios frente al colapso del modelo neoliberal, para
ellos inminente.
Ya
entonces anticipaban que un cambio en el modelo productivo era
capital, junto con otras propuestas como que la toma de decisiones
empezaran a ser responsabilidad individual-compras, número de hijos,
niveles de consumo,...
Los
escenarios previstos por World3 no solo se han confirmado sino que la
realidad ha sido más dura, anticipando el deterioro socioeconómico.
Sigo
defendiendo los cambios de base. Para lo cual son necesarias unas
señas de identidad íntimas. Si no las compartimos no hay nada. Si
nos conformamos con la política de la inmediatez nuestra misión se
reducirá a aguantar otro asalto más. Según el simil forestal no
basta con apagar incendios, hay que gestionar los bosques.
Sueño
con imprimir Luz para emprender un sector primario renovado,
consciencia para conseguir un partido renovador, conocimiento para
que cada ciudadana sea una “mauritana” transformadora.
Pero
a pesar de los esfuerzos no nos veo ahí. Me siento haciendo grandes
esfuerzos para ser entendida, acepto con tristeza el descenso a una
segunda categoría de estas cosas del campo y del medio ambiente.
Reivindico,
lo llevo haciendo más de treinta años, visibilidad, también en la
familia de Podemos.
Soy
cabrero, pastor, colmenero, hortelano,...ayudo a los animales y las
plantas a generar alimentos y pienso, pero también bebo agua de
manantial, veo salir el sol a diario y cuando toca cuido flores o
leo.
Aquí
estamos y estaremos, empujando, sin frivolidades. Tenemos una misión
y la haremos.
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